Con Bella.

Llegué al porche de la mansión y esperé a que apareciera Bella apoyado en la pared con los brazos cruzados sobre el pecho.

-Vas.. demasiado.. rápido -murmuré, llegando a su lado de repente.

Sonreí de lado.-Eres muy lenta.-Dije con un leve tono burlon.

-Tu eres demasiado rápido, que es distinto -clavé mi mirada en él, sacándole la lengua.

Reí, mientras abría la puerta. Le sujete la puerta, para que pasara ella primero.

Sonreí, pasando delante de él. -Dios, es hermosa -susurré, observando la entrada.

Cerré la puerta suavemente, me paré detrás de ella.-Me alegro de que te guste.-Susurré en su oído.

Cerré mis ojos. -Y todo huele tan.. tan delicioso..

Sonreí, le tomé la mano con delicadeza.-¿Quieres que te enseñe la casa?-Le pregunté.

Asentí sonriendo, abriendo los ojos y siguiéndolo.

Caminé con ella de la mano.-Bueno esta es el salon.-Le indiqué.-Y por allí esta el comedor, si ya sé, te preguntarás ¿para qué un comedor? No lo sé.-Le expliqué. Subimos las escaleras.-Este es el cuarto de Emmet y Rosalie.-Le señalé la primera puerta.-El cuarto de Alice y Jasper, aunque en realidad es más bien el cuarto de Alice y al final en esa puerta esta la oficina de Carlisle.-Explique. Me paré y la miré.-Perdón, si te aburro.-Le sonreí.

Le sonreí -No me aburres. Yo también tengo comedor, verdaderamente inservible -reí- ¿Y tu cuarto?

Reí con ella.-Mi cuarto, está en el último piso.-Le señalé otras escaleras.

-Demasiado grande esta casa, en mi opinión -reí, paseando mi vista por el lugar.

-Bueno, ten en cuenta que somos muchos.-Le dije, mientras caminabamos hacia el piso de arriba.

Asentí -Estoy acostumbrada a ser una sola..

-Bueno puedes venir cuando quieras.-Le ofrecí mientras caminabamos por el largo pasillo del ultimo piso.

-Si me dices eso, me tendrás todos los días aquí -reí, siguiéndolo.

-Yo encantado.-Le dije parandome en la puerta de mi habitacion.

[Seguimos aqui o en el otro?]

Amplié mi sonrisa, jugando con un mechón de mi pelo.



[en el otroo (: si queres ]

La miré unos minutos insconcientemente sonriendo tontamente, al darme cuenta de lo que hacía, abrí la puerta de la habitacion y la dejé pasar primero.

[Ok]

Reí suavemente, sin quitar mis ojos de él. Atravesé la puerta.

Dí gracias a Dios, por no poder sonrojarme. La seguí hacia dentro.